12/19/2008

Una mirada

Cuando la gente está de frente tiene dos reacciones: o esconde la mirada o pone sus ojos fijos en el otro. Pero también tiene que ver lo que transmite esa mirada, porque todo es un juego de percepción. Unas transmiten alegría, pena, rabia, éxtasis, devoción, odio o amor, por lo que es decidor al momento de reaccionar.

Algo parecido me pasó contigo, tus ojos cafés y coquetos transmitían esa calidez que en pocas personas se encuentra, una seguridad y ternura que alienta a conversar y conocerte. Realmente eres muy interesante.

Lo más increíble es que los vi bajo la tenue luz de una discoteca tras una inocente invitación a bailar y fuiste capaz de romper esa dificultad para lograr toda mi atención. No supe que hacer, solo atinaba a bailar y preguntarte unas pocas cosas, como tu nombre, a qué te dedicas, de dónde eres, entre otras cosas.

Lo mejor vino después, cuando tu boca se expandió horizontalmente y mostraste la sonrisa más confiada que he visto como queriendo decir que había una amistad que se estaba fraguando. Fue en ese minuto cuando expandí mi campo visual y te vi completamente… y me encantaste.

Tras casi dos horas de baile, te tuviste que ir dejando una estela de tu perfume en el aire y un par de ojos tatuados en mi corazón. Aunque desde ese minuto supe que jamás te volvería a ver.

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