12/22/2008

Altura

¿Qué es estar a la altura? ¿Es acaso tener porte o lograr algo? ¿Se nace con ello o se crea? La verdad es que es la discusión más estúpida que el ser humano puede generar, es como separar a las manzanas más rojas de las otras o lisa y llanamente decir que uno es mejor que el otro por lo que le tocó.

Las personas viven en una burbuja donde el signo peso, la cantidad de millas acumuladas en el cuerpo, los restaurantes que visitas, si sabes de esto o de lo otro es lo más importante. Pero jamás piensan en lo que el resto siente.

Cuando uno piensa distinto, cuando uno hace cosas distintas, el mundo te recrimina por serlo y te quieren llevar a su ritmo, porque creen que lo hacen perfecto. Sin embargo, su vida es tanto o más miserable que cualquiera

Es una lástima que haya gente que piense como en los años de la Colonia, donde la cuna es lo que importa. Tienes un apellido extranjero y eso ya te da una impronta aunque seas un muerto de hambre, o si la dote es lo suficientemente suculenta puedes ingresar.

Mientras que lo más importante es el amor, lo que esa persona sienta del otro, no la plata, no el auto ni los viajes. Hay historias de gente de mundos completamente distintos y el amor, las ganas de compartir una vida juntos han sido más fuerte, siendo personas completas, plenas y felices.

Pero cuando uno dice estas cosas a uno lo tratan de resentido social. Yo lo definiría como humanista y conciente social. Para mi la percha es una imagen que esconde su esencia y a veces el ser un chico con clase y estilo no es una cuestión de cuna, es de vida.

Yo no tendré la clase y estilo de la high society, pero si tengo una vida, feliz, placentera y sin grandes necesidades. Lo que siempre quise tener a los 25 años: un trabajo estable, independencia y unas ganas locas de aprender.

12/19/2008

Una mirada

Cuando la gente está de frente tiene dos reacciones: o esconde la mirada o pone sus ojos fijos en el otro. Pero también tiene que ver lo que transmite esa mirada, porque todo es un juego de percepción. Unas transmiten alegría, pena, rabia, éxtasis, devoción, odio o amor, por lo que es decidor al momento de reaccionar.

Algo parecido me pasó contigo, tus ojos cafés y coquetos transmitían esa calidez que en pocas personas se encuentra, una seguridad y ternura que alienta a conversar y conocerte. Realmente eres muy interesante.

Lo más increíble es que los vi bajo la tenue luz de una discoteca tras una inocente invitación a bailar y fuiste capaz de romper esa dificultad para lograr toda mi atención. No supe que hacer, solo atinaba a bailar y preguntarte unas pocas cosas, como tu nombre, a qué te dedicas, de dónde eres, entre otras cosas.

Lo mejor vino después, cuando tu boca se expandió horizontalmente y mostraste la sonrisa más confiada que he visto como queriendo decir que había una amistad que se estaba fraguando. Fue en ese minuto cuando expandí mi campo visual y te vi completamente… y me encantaste.

Tras casi dos horas de baile, te tuviste que ir dejando una estela de tu perfume en el aire y un par de ojos tatuados en mi corazón. Aunque desde ese minuto supe que jamás te volvería a ver.