3/29/2010

Mi propio terremoto

Terremoto o movimiento telúrico es una reacción natural e impredecible de la naturaleza, donde todo se nos mueve bajo los pies. Es increíble lo que nos dejó este fenómeno, destrucción, ciudades en el suelo y el aburrimiento sin fin de ver en las noticias las diferentes aristas del terremoto.

Pero, ¿qué pasó con los terremotos personales? Porque el que me diga que no le pasó nada en su vida es un mentiroso. Por ejemplo los más ariscos increíblemente ahora andan construyendo casas. Los más solidarios ahora miran indiferentes y con recelo, como diciendo en esta no me meto. Y los indiferentes, ahora miran con más atención la tele, pero se movieron del sillón a la cama para ver con más comodidad.

En mi caso si hubo un terremoto… y grande. Pasé de ser el troglodita ermitaño y cavernícola que era a ser hombre de casa. Sí, créanlo. Lo que pasa es que mi media naranja llamada Alicia Riveros- la cual presento en sociedad de este blog- llegó con camas y petacas a instalarse en mis aposentos previa invitación- o sea yo le ofrecí venirse a mi casa-.

Cuento corto aplicó todo lo que es el “toque femenino”, léase velitas, florero, un refrigerador con comida y no solo con limón, vodka y tónica, que fue mi alimento por algunos meses. Volví a tomar el cuchillo para cocinar y disfrutar que juntos armemos el almuerzo que comeremos al otro día.
De eso han pasado casi tres semanas y les digo algo, el ser humano nació para estar en pareja, en la tendencia que ustedes prefieran hetero o gay, pero yo creo que la muerte más profunda de un ser humano es cuando el cáncer de la soledad te invade y te convierte en un ser agrio, triste y con ganas de que todos te sigan en esa soledad para que no sentirse solo. Que notable contradicción.


En fin, soy un hombre feliz y parece que será por un largo tiempo… hasta que la rutina y el aburrimiento nos separen…

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